Un día de terror. Relato de Adam Lekhder Ostoj (3º A)



Era un día como cualquier otro, estaba nublado. Yo estaba un tanto disgustado por la monotonía, pero estaba tranquilo ya que no tenía ningún problema, aunque una parte de mí deseaba tenerlos.

Fui al instituto como todos los días y todo fue normal salvo algo que me inquietó: a última hora nos dieron una charla improvisada sobre temas de salud y prevención de enfermedades, lo cual hizo que pensase en el tema de la sanidad y también el porqué de la charla; posteriormente supe por qué: resulta que hay una epidemia por toda España y en otros países cercanos, la llaman “La Crisis del Mediterráneo.”

Resulta que el gobierno se ha esforzado más en encubrir la existencia de esta enfermedad que de evitar que el sistema sanitario se sobrecargue y acabe siendo un foco de infección más que de una ayuda. Esto lo pude saber en las noticias, que vi mientras comía después de haber vuelto del instituto y me sorprendí de que nadie hubiera sacado el tema, puesto que me parece importante pero la gente actúa como si no les importase.

Después de comer y de descansar un rato salí a la calle en dirección a donde había quedado con mis amigos. La calle estaba un tanto vacía, como una mañana de domingo después de la fiebre del sábado noche, aunque no me pareció extraño, ya que la calle estaba sufriendo los efectos de la lluvia y la densidad y el color grisáceo de las nubes no invitaba a salir.

Al llegar vi que de los ocho que normalmente podemos ser faltaban cuatro; tras un rato esperando decidimos ir a por ellos. Fuimos a tocar a cada una de las casas, y en cada una la respuesta era la misma: “está enfermo”.

En busca de un parque después de vagabundear por las calles cada vez más deshabitadas, uno de mis amigos de empezó a encontrar mal. Al principio parecía algo normal, hasta que se desmayó.

Y aquí estoy, padeciendo los primeros signos de contagio en mi propio cuerpo. No puedo vislumbrar mi futuro, que por cada segundo que pasa se torna más oscuro.

Comentarios

  1. Enhorabuena, Adam. Gran relato. Inquietante mezcla de realidad, compromiso social y ficción, que además da pie a reflexionar sobre cómo algunas actitudes dañinas se contagian con facilidad.

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