El blog en tu teclado - Georgelis A. Sánchez: "Nadie me oye"


NADIE ME OYE

NARRADORA

Una bella tarde sin dudar y el sol con todo su resplandor iluminaba aquel vecindario lleno de hermosas casas. Pero entre tanta casa, cada una más grande que la otra, una en particular será en las que nos centramos en esta historia.

En  aquella hermosa casa se estaba celebrando uno de los peores acontecimientos en  la vida que es la muerte, la muerte de otra víctima inocente de esta sociedad en la que estamos viviendo. La joven Zafiro, de unos apenas 17, expresó su último deseo en la carta que dedicó a sus padres antes de fallecer: “mi ultimo deseo es ser escuchada, a través de cada una de las páginas de mi diario, por cada uno de los presentes en mi funeral” expresó en aquella carta.

El padre de la difunta, ya con el libro en sus manos, se coloca frente a todos los presentes para proceder por fin a la lectura:

Día 1

Hola querido diario:

Cada persona es un mundo y en cada mundo hay una historia que resalta de las demás y esa historia merece ser escuchada. y ahora contigo en mi poder podré plasmar cada una de las historias en mi mundo que merecen ser escuchadas.




Día 4

Querido diario:

Qué triste es que nadie tenga tiempo nunca para escuchar pero sí una vida entera para hablar. Y es que no soy escuchada por nadie y siempre soy ignorada con excusas sin sentido.

Día 10

Querido diario:

Me he dado cuenta de por qué nadie nunca me quiere escuchar y es que todo en la vida de nosotros los adolescentes se considera una etapa; ¿te enamoras?, una etapa; ¿te deprimes?, otra etapa más, y normalmente a nadie se le ocurre preguntar: ¿te sientes bien?,  ¿te ocurre algo?,¿necesitas mi ayuda? Y supongo que es por que a nadie le importa realmente lo que nos sucede o lo que nos ocurra ya que son consideradas “cosas de la vida”.


Día 23

Querido diario:

Duele ser traicionado por aquellas personas a las que consideramos importantes, duele como el infierno, y por más que trato de hablar de esto con alguien no puedo. Me he dado cuenta de que en este mundo ya no quedan buenas personas, y es que lamentablemente hasta un ciego prefiere ser guiado por un perro antes que por un ser humano.




Día 28

Querido diario:

¿Alguna vez te has enamorado?, ¿no? Supongo que es porque no tienes vida, pero volviendo al caso, el amor es algo hermoso, ya que se trata de sentir afecto hacia algo o alguien. Pero yo, que ya me he enamorado, solo pienso en el amor como una dependencia, en la que solo quieres tener un soporte más que le de algún otro sentido a tu vida.

Y, querido diario, lo lamento, pero me he vuelto a enamorar.




Día 34

Querido diario:

Me enamoré de su mirada, sus labios me capturaron y sus palabras me llevaron a la lujuria misma. Pero luego de haber pasado por su cama y luego de haberme tocado en los lugares más indebidos…, me desechó en la basura como un juguete usado. Es ya la tercera vez que me pasa y me estoy cansando de amar a personas con sentimientos vacíos.

Día 48

Querido diario:

La verdad, ya estoy harta de vivir, a nadie le importo, nadie me presta atención y lo peor es que nadie me oye.

He sufrido abusos y maltratos, pero la mala supuestamente sigo siendo yo, mi madre siempre me dice que es mi culpa por ser tan débil; pero ¿quién se puede merecer todo lo que me está pasando? He sido abusada por chicos que estúpidamente pensé que me amaban; he sido traicionada por personas en las que siempre confié y solo por no hablar con nadie ya me consideran la rara en el instituto.

Tal vez y solo tal vez la navaja termine siendo mi única compañía.




Día 62

Querido diario:

Al fin tengo una verdadera amiga, ella me ayuda a aliviar todo mi dolor y eso me hace feliz, pero recientemente ha ido más profundo y las mangas ya no me cubren suficiente, quizás debería dejarle terminar con todo el dolor que aún me queda.




Día 64

Querido diario:

La sangre fluye por mis venas y es expulsada por mi reciente corte en la muñeca, trato de detener la hemorragia pero cada vez voy perdiendo más sangre,  siento cómo mis pulmones se cierran, y en estos momentos que me quedan de vida me pongo a pensar: ¿y si alguien me hubiera escuchado? ¿Y si a tan solo una persona le hubiera importado? ¿Todo seria diferente? Tal vez sí, tal vez no, quién sabe, pero ya es muy tarde para averiguarlo. La sangre no para de salir y mis párpados pesan cada vez más…

Pues nada, querido diario, creo que este es mi FINAL.


La lectura acabó.

Toda la habitación quedó sumida en un profundo silencio, lágrimas descendían por los ojos de muchos hipócritas, tanto familiares como amigos de la difunta.

Y de la nada, mientras el padre de la fallecida, cerraba cuidadosamente el libro en sus manos, una carta cayó directo al suelo desde su interior. El hombre sostuvo la carta en sus manos y la leyó en voz alta para que todos lo pudieran escuchar:

“Ninguno de los ahora presentes me quiso escuchar mientras mi corazón aún latía, debido a que nunca pensaron que los problemas de los jóvenes tengan real importancia, y ahora que mi cuerpo está frío e inmóvil, sí lo hicieron, y supongo que escucharon atentamente cada una de estas palabras, qué irónico ¿no? Supongo que son “cosas de la vida”.



El cadáver fue enterrado y el funeral llegó a su fin. Y justo antes de que que todos se dirigieran a sus hogares, una pequeña niña familiar de zafiro formuló una pregunta que los dejó a todos sin habla y sin respuesta alguna:

- Entonces, ¿si tengo problemas cuando sea una más grande solo por ya ser grande, dejan de ser  problemas?



Esta pregunta expresó una realidad, muy cruel la verdad, y es que todos tenemos algo en común: todos queremos hablar pero ninguno quiere escuchar.

Los adultos que ya por ser adultos tienen que resolver sus propios problemas, los adolescentes que por estar en una edad de “etapas” todo se les resolverá con el tiempo y los niños aún tan pequeños como para entender el mundo, tienen problemas considerados sin importancia según las personas.

La vida es así, una larga cadena llena de etapas que debemos superar por nosotros mismos. Y la etapa que más cuesta es la adolescencia, donde los padres pagan a personas a las que llamamos psicólogos para no tener que tratar ellos mismos con aquella etapa que aún intentan olvidar .

En un mundo donde nadie oye a nadie quiero escuchar.

Comentarios

  1. Me ha encantado lo que has escrito,he podido conectar con la prtotagonista en un pequeño relato.¡Enhorabuena!

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  2. La idea principal me gusto pero el final son o muy repetitivo

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