22M: Un planeta al que no le alcanza el agua



Un planeta al que no le alcanza el agua
La escasez en las zonas áridas o semiáridas provocará en 2030 el desplazamiento
de entre 24 y 700 millones de personas
La escasez es un grave problema para los etíopes.
La escasez es un grave problema para los etíopes.
María es el cándido nombre de un violento huracán que devastó la isla caribeña de Puerto Rico 
en 2017. Durante al menos dos meses, gran parte de ese territorio en el que residían tres
millones de personas se quedó sin electricidad y por lo tanto sin suministro de agua corriente.
Eso llevó a algunos portorriqueños a beber de fuentes de agua no seguras como estanques o ríos
y en apenas dos meses se registraron más de setenta casos de leptospirosis, una enfermedad
tropical que se transmite a través de agua contaminada con orina animal.
No era la primera vez que Puerto Rico se quedaba sin agua. En años recientes la mala calidad
de las infraestructuras ya había provocado pérdidas e interrupciones en el suministro y, además,
se habían producido fuertes sequías que habían disminuido temporalmente la disponibilidad de
agua, obligando a racionarla. Por lo tanto en Puerto Rico, como en muchos otros lugares, al
problema de la sequía se añadía otro más: la mala gestión de los recursos hídricos durante
décadas, algo que acentúa los efectos de la climatología extrema, por ejemplo, de un huracán.
Lo que acabamos de describir son diferentes síntomas de la misma enfermedad: la escasez de
agua. Se define como “la brecha entre el suministro disponible y la demanda”. Es decir, cuando
no hay agua suficiente para abastecer a toda la gente que la necesita ni se pueden cubrir todas
las necesidades de una sociedad, como las agrícolas o industriales. Es un fenómeno complejo
que se manifiesta de diferentes maneras pero que, a grandes rasgos, tiene tres caras: la escasez
física –el agua falta físicamente–, la escasez económica –cuando no hay recursos suficientes
para construir infraestructuras que lleven el agua a todo un país–, y la escasez institucional
–gobiernos incapaces de gestionar el agua–. Una descripción que sirve para entender que la
escasez de agua puede tener muchas causas que a menudo confluyen y contra las que es difícil
luchar en solitario: si se quieren conseguir resultados hace falta enfrentarse a todas al mismo
tiempo.
Se prevé que en 2050, la demanda global de agua potable crezca más de un 40%, y que al
menos una cuarta parte de la población del planeta vivirá en países con escasez crónica de agua
potable.
La escasez de agua ya afecta a más del 40% de la población mundial
Ocurre en la Arabia Saudita, Egipto, Libia o el Yemen, lugares donde ya se extrae la mayor
parte del agua aprovechable y donde los ríos y acuíferos ya están por debajo del nivel de
sostenibilidad. Y en la India, donde las repetidas sequías que afectan a la cuenca del Ganges
amenazan la supervivencia de más de 500 millones de personas. En Oceanía la escasez también
es un hecho que impide a más del 40% de su población tener acceso a recursos de agua potable.
En general, la escasez de agua está aumentando en todo el planeta, como también aumentan la
salinización, la contaminación y la degradación de los ecosistemas hídricos. En muchos grandes
ríos solamente circula el 5% de los antiguos caudales, y algunos, como el río Amarillo en China,
ya ni siquiera desembocan en el mar. También se ha reducido la extensión de los grandes lagos y
los mares interiores y la mitad de los humedales de Europa y de la América del norte ya no
existen.
Además, la disponibilidad de agua está intrínsecamente ligada a su calidad, ya que el agua
contaminada no se puede utilizar. El aumento de los vertidos de aguas negras sin tratar
(contaminadas por sustancias fecales y orina), combinados con las escorrentías agrícolas (el
agua que no absorbe la tierra al regar) y las aguas residuales industriales tratadas de forma
inadecuada han deteriorado la calidad del agua en todo el mundo. A esta contaminación se unen
otras causas y consecuencias, a menudo interrelacionadas entre sí, como son: la presión
demográfica y los cambios en los tipos de dietas, la migración, la urbanización y el cambio
climático.

Comentarios

  1. Es devastador lo que estamos pasando,hay muchas noticias que nos informan de la pérdida de agua,pero a pesar de eso seguimos con lo mismo.El agua que necesitamos no es ilimitada y si no la cuidamos ya no habrá mas vida.

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  2. Ya hace tiempo que debimos preocuparnos de cuidar el agua del planeta, porque es fundamental para la vida. Pero no podemos darnos por vencidos: la desertización es una amenaza seria para todos.

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