Historias de cuarentena: Danna. Juan Esteban Contreras (4º A)

Covid-19, Virus, Coronavirus, Pandemia, Infección

Él es Mike, un niño callado, un poco tímido y tal vez muy curioso; nunca está en su casa porque todo el tiempo lo pasa leyendo en en una vieja biblioteca de su barrio con sus amigos.

—¡Ring Ring! —suena el teléfono móvil de Mike.
—¿Hola?— responde Mike asustado.
— Hola, Hijo. Quiero que vengas a casa urgente. Dijo su madre con un tono preocupado.
—Vale, madre, termino este libro y voy rápidamente a casa.
—¡No! ¡Tienes que venir ya mismo!

Mike coge su mochila, y se va rápidamente a casa; al llegar ve a su madre preocupada viendo noticias, y Mike le pregunta:

—Madre, ¿por qué estás tan preocupada?
—Hijo, en las noticias están anunciando que hay un virus muy peligroso rondando alrededor de todo el mundo y tenemos que quedarnos en casa.
—¿Es una cuarentena?—Pregunta Mike con un tono bastante curioso.
— Sí, hijo, estaremos a salvo, no te preocupes por mí, mi jefe me ha dicho que seguiré trabajando de manera normal pero con medidas de higiene altas.

Mike creció solo en compañía de su madre, su padre falleció cuando él tenía solo 3 años de edad. Actualmente tiene 17 años, no tiene muchos amigos pero disfruta de la compañía de sus incondicionales, suele ser tímido pero no es antisocial.

Han pasado varios días, Mike se ha acostumbrado a vivir prácticamente solo, ya que su madre nunca está en casa, así que Mike decide buscar alguna App por internet con la cual pueda conocer personas y conversar un poco con ellas, ya que ha estado un poco aburrido en casa.

—¡Vaya! ¡Esto se ve genial! —dice Mike al ver una App que promete conocer personas.

Empieza a buscar personas poco a poco y con el tiempo encuentra una bella chica llamada Danna, con el pelo lacio y un bello lunar en la mejilla, que  hace que Mike se fije mucho en ella y decida escribirle al instante con un simple:

—Hola.

Al pasar cuarenta minutos Mike recibe un mensaje:

—Hola, ¿qué tal?

Mike emocionado responde rápidamente:

—Bien, ¿y tu? Bueno… Realmente estoy aburrido y estoy buscando con quien poder conversar un poco.
—Genial, conmigo puedes contar, también estoy un poco aburrida.

Con el pasar del tiempo durante esta cuarentena Mike y Danna entablaron una amistad fuerte, y no solo eso, un vínculo que él no tuvo con nadie, se enamoró,  y compartían su día a día por chat y videollamadas, compartían fotos, hobbies, y hasta se ayudaban con los deberes, todos los días tenían conversaciones muy largas, se contaban hasta sus más íntimos secretos.

Pasaron tres días y Danna no volvió a responder; lo último que Mike le había enviado fue:

—Espero que esta situación mundial termine pronto para poder verte y abrazarte.
  
Mike, preocupado, empezó a escribirle por todas sus redes sociales pensando que a Danna le había pasado algo.

No fue así, simplemente ella no respondió más los mensajes de Mike.

—¡Atención! ¡Hoy anunciaremos algunos fallecidos por el virus!— Suenan las noticias.

Mike asustado piensa que existe la posibilidad de que le haya pasado algo a Danna, pero no es así, no mencionan su nombre en las noticias. 

Días después Mike decide buscar el nombre completo de Danna en Google, siente el presentimiento de que algo anda mal.

Ese día Mike no puede pronunciar ni una sola palabra al ver aquel texto encontrado en una página de periodismo y noticias:

"Danna Maria Martinez. Fallecida el día 20 de febrero…".

Mike no cree lo que está leyendo y se pregunta:

—¿Con quién he estado hablando todo este tiempo? Si la cuarentena empezó después del 20 de febrero...

Mike decide revisar todas sus conversaciones con Danna, y se da cuenta de que solo existen mensajes escritos por él; nunca existió ningún mensaje de Danna, ni siquiera un "Hola". Mike aun no cree lo que está pasando, cree que es algún tipo de broma, así que decide llamar a la madre de Danna:

— Hola, quería hablar con Danna —Pregunta con un tono tembloroso.
—Hola, no sé si eres algún amigo de Danna que aún no se ha enterado que ha fallecido.

Mike cuelga el teléfono. 

Desde ese día.

Desde ese día Mike no fue la misma persona que solía ser.

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